lunes, 2 de julio de 2007

El constructivismo cibernético como metateoría educativa



Constructivismo y Cibernética de segundo orden: postulados teóricos.
El constructivismo implica una ruptura epistemológica respecto al estatuto del conocimiento en la ciencia positivista. De ello se deduce, entre otras premisas, que lo que se va a poner en tela de juicio por parte del constructivismo son las nociones de objetividad, causalidad y realidad y, con ello, las nociones de sujeto y objeto. La emergencia de esta epistemología no puede entenderse sin el desarrollo previo de la teoría sistémica, la primera cibernética y la epistemología genética piagetiana. Al mismo tiempo, los principios que la sustentan no pueden explicarse sin el concurso de la teoría de la complejidad y sus implicaciones en la teoría sistémica, así como también de la cibernética de segundo orden y del espacio interdisciplinario que integran las ciencias cognitivas.
Considerando que ambas teorías pueden converger en un espacio teórico común -que aquí recibe el nombre de constructivismo cibernético- que incluye nociones y conceptos lo suficientemente abstractos y generalizables como para poder ser aplicados al estudio de fenómenos y sistemas complejos, tal es el caso de la educación, esta perspectiva teórica puede concebirse a modo de metateoría o epistemología nuclear desde la que explicar y reformular nuestro objeto de conocimiento en el ámbito de las ciencias de la educación y, aún con mayores posibilidades, en Teoría de la Educación.

Nuevas Tecnologias de la Informacion y Comunicacion en el proceso de Interaprendizaje

INTRODUCCION



Gabriel Ferraté (2003), considera que “el mundo en el que vivimos se halla en un proceso de cambios constante que afectan a todo los ámbitos profesionales y, en concreto, al campo de la nseñanza y de la formación”, es tan importante esta aseveración ya que en el enseñar y aprender existe una abrumadora hegemonía, en los últimos tiempos y en universidades y centros educativos que no enfrentan todavía el reto del siglo XXI, una hegemonía de la tecnología impresa sobre la audiovisual e informática en la construcción del conocimiento, el rol del docente, el abordaje de los contenidos, la concepción de aprendizaje, la evaluación, se encuentran anclados en el tradicionalismo y en conductismo y no han buscado espacios innovadores con la ayuda de tecnologías innovadoras.

El análisis del proceso enseñanza aprendizaje exige un enfoque epistemológico en las que los paradigmas conductistas, cognitivistas, constructivistas y teorías crítico sociales encuentren un espacio de interacción con los fines y objetivos de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.

Si tomamos en consideración los planteamientos de la UNESCO en lo que se refiere a la definición de los cuatro procesos de aprendizaje necesarios para sobrevivir, ser productivos y realizados: aprender a aprender, aprender a hacer, aprender a ser, aprender a convivir, es necesario redefinir la forma de enseñar y cambiar el entorno educativo en sentido amplio que puede abarcar la utilización de las NTIC en el aula.